¿Estás en mi destino o en mi cama?

Cada vez que la conexión se apoya en encanto superficial junto con el flechazo inicial, el vínculo se transforma en algo efímero. Extremadamente fugaz. Tal cual esos microondas de hotel, que aunque suben de temperatura en un pestañeo, y duran menos que una cita de Tinder. Empezar una relación puramente en la apariencia, es igual que usar un microondas de hotel, sirve al instante, pero se daña en un dos por tres. Cuando solo hay atracción física, el encuentro se va como llegó. Sin rodeos. Como esos aparatos que chispean al mes, que sube la temperatura ya, y se quema sin aviso. Una relación basada en físico, acaba como el microondas de paso, que al principio emociona, pero no fue hecho para durar. Desde el instante en que el cuerpo es el foco de la relación, no hay mucho que hacer. Tal cual pasa con la tostadora disfrazada de microondas, que funcionan como bólido, pero no duran un telediario.


¿Y si mi corazón se confunde?

Querido lector, equivocarse forma parte del proceso. No te culpes si lo viste como tu destino y solo vino a enseñarte algo. A todos nos ha pasado, viendo series rotos por dentro, preguntándonos qué nos llevó a presionar “enviar”.

Y lo que importa es que, venga con fuegos artificiales o con silencios largos, cada uno deja su marca, te reflejan lo que mereces, cómo te reconstruyes. A veces, te encuentra solo para sacudirte el corazón, que putas bogotá lindas aún puedes reír, proyectarte con ilusión.


El último sorbo de una reflexión cargada de sentido


Si te quedas en silencio, no hay test 100% fiable que te diga si es amor verdadero o solo chispa. Aun así, hay formas de intuirlo. Observa tu paz, más que la adrenalina. Si sientes plenitud sin agotamiento, si te reflejas con autenticidad, quizás estás tocando algo verdadero.

Pero si al pensar en esa persona, te duele más de lo que te calma, y reluce por fuera pero cruje por dentro, probablemente estás en un capítulo breve, aunque intenso.

La paz viene al entender el lugar que ocupa cada encuentro. No todos vienen con boleto de ida y vuelta. Algunos están para hacerte reírte de ti mismo, a desarmarte con humor, o a elegir mejor la próxima vez.

¿Era amor o solo fue intensidad? Escúchate con honestidad, y quizás, en tu historial de mensajes archivados.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *